Lou Reed defraudó a quienes esperaban una colección de grandes éxitos y deslumbró a todos los demás. En el Kursaal donostiarra (única actuación en España de esta gira) el neoyorquino interpretó canciones de segunda fila de sus albumes más recientes, las que no salen en los singles pero dan empaque a las grabaciones. Nada de la Velvet, muy poco con más de 25 años, sólo Perfect Day como último y único bis. Reinventó temas como Charlie's girl, Adventurer (que abrió el set), Mad, Halloween Parade, The proposition, Ecstasy, o The Blue Mask. Una lección de rock maduro, a juicio de los críticos.
El jueves había iniciado la gira en Oporto, donde inauguró la Casa de la Música que al gobierno portugués le ha costado varios años terminar. El edificio es del arquitecto ganador del Pritzker Rem Koolhas.
Esto dicen los críticos del concierto de San Sebastián:
Alberto Bravo La Razón
Iñaki Zarata El Diario Vasco
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