La prensa sudamericana extracta hoy una parte de la colaboración de Paul Auster en los volúmenes de homenaje a Samuel Beckett, un escritor (uno de los dramaturgos más importantes del siglo XX) de cuyo nacimiento se acaban de cumplir 100 años. Auster, como ya hemos comentado aquí, ha coordinado la edición de las obras completas del autor, nobel en 1969. En el texto traducido en Página/12, Auster narra cómo conoció a Beckett en París en los primeros años 70.
"Una noche, hablando de literatura, ella (la pintora Joan Mitchell, que ya conocía a Beckett) se dio cuenta de la importancia que tenía Beckett para mí, y entonces me miró y me dijo: "¿Te gustaría conocerlo?". "Sí –le respondí–. Por supuesto que me gustaría." "Bueno, entonces escríbele una carta –me dijo–. Y dile que yo te dije que lo hicieras."
Me fui a casa y escribí la carta. Tres días después recibí una respuesta de Beckett informándome que me encontrara con él en La Closerie des Lilas la semana siguiente.
No recuerdo qué año era. Puede que 1972, o incluso 1974. Partamos la diferencia y digamos que fue en 1973.
Lo vi una sola vez después de aquel encuentro –durante una visita a París en 1979–, y a lo largo de los años intercambiamos algunas decenas de notas y cartas. Difícilmente nuestra relación podría clasificarse como amistad, pero dada mi admiración por su obra (rayana con la idolatría durante mis años de juventud), nuestros encuentros y correspondencia eran sumamente preciados para mí".
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