La necesidad de contar historias es el nexo de unión que Paul Auster y Pedro Almodóvar, que se confiesan admiración mutua, hallaron ayer entre ellos. La cita fue el Teatro Jovellanos de Gijón donde el peculiar encuentro contó con una escenografía austera pero efectista, ségún las primeras noticias de agencia."Un telón de fondo color rojo, una alfombra de tono pastel, una mesilla, sillones de orejas, libros, latas de cintas de cine y una máquina de escribir desparramados por el suelo, fue el marco en el que los artistas se fueron 'desnudando' intelectualmente ante un público que les tributó afecto y aplausos", dice la crónica de Efe. Ambos, los dos galardonados con mayor tirón mediático de la edición 2006, recogerán hoy los premios Príncipe de Asturias a las Letras ylas Artes, respectivamente.
Moderado por Jorge Herralde, responsable de la editorial Anagrama que ha publicado obras de ambos autores, el coloquio desveló la pasión que sienten los galardonados por la ficción y la forma de abordarla con varias historias dentro de la misma narración como si fueran 'muñecas rusas'. Almodóvar y Auster coincidieron en la misma metodología de trabajo, profundizando en los personajes secundarios y escribiendo muchas historias vinculadas a la trama, aunque muchas veces la resolución del texto tarda varios años en culminar.
Artículos en El País, La Nueva España, La Voz de Asturias
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