"¡No te imaginas hasta qué punto Penélope tiene a sus pies a estos genios de la 'haute couture' y a todas las casas de moda, en general! En esas pasarelas rojas es una diosa.
Pero cuando vuelve a su casa, o al hotel (hemos compartido tantos hoteles, tantas pruebas de vestuario –entrar en su habitación es como entrar en un gran bazar desordenado y repleto de lo más grande en traperío femenino–, tantas vueltas de madrugada, después de las fiestas que siguen a las ceremonias –con una bolsa llena de regalos que yo a mi vuelta les doy a mis hermanas– y esa inconfundible sensación de vacío, porque ésta es la parte más visible del negocio, pero no es exactamente lo que nosotros habíamos soñado), como decía, cuando Penélope vuelve a su casa o al hotel, ya está planeando su programa del día siguiente reuniéndose con financieros para involucrarlos en películas que quiere producir, hablando con futuros directores a los que contratar, presentándose a todas las pruebas o meetings que considere interesantes, apoyando con su presencia todos los eventos de tipo social y solidario a los que la invitan.
Preocupada siempre por el próximo personaje, y el que seguirá después.
Currándoselo cada día, aunque lo que aparezca en los tabloides sean sus breves salidas nocturnas junto a buenos mozos jóvenes y famosos. No quiero decir que Penélope sea una santa, es una mujer humana, joven, soltera, y guapísima con el 80% de los hombres heterosexuales de Los Ángeles detrás de su escote.
No he conocido a nadie que despierte tal densidad de deseo a su alrededor. Bueno, Antoñito también se convirtió en un icono sexual cuando llegó a la Meca del cine". [leer más]
Pero cuando vuelve a su casa, o al hotel (hemos compartido tantos hoteles, tantas pruebas de vestuario –entrar en su habitación es como entrar en un gran bazar desordenado y repleto de lo más grande en traperío femenino–, tantas vueltas de madrugada, después de las fiestas que siguen a las ceremonias –con una bolsa llena de regalos que yo a mi vuelta les doy a mis hermanas– y esa inconfundible sensación de vacío, porque ésta es la parte más visible del negocio, pero no es exactamente lo que nosotros habíamos soñado), como decía, cuando Penélope vuelve a su casa o al hotel, ya está planeando su programa del día siguiente reuniéndose con financieros para involucrarlos en películas que quiere producir, hablando con futuros directores a los que contratar, presentándose a todas las pruebas o meetings que considere interesantes, apoyando con su presencia todos los eventos de tipo social y solidario a los que la invitan.
Preocupada siempre por el próximo personaje, y el que seguirá después.
Currándoselo cada día, aunque lo que aparezca en los tabloides sean sus breves salidas nocturnas junto a buenos mozos jóvenes y famosos. No quiero decir que Penélope sea una santa, es una mujer humana, joven, soltera, y guapísima con el 80% de los hombres heterosexuales de Los Ángeles detrás de su escote.
No he conocido a nadie que despierte tal densidad de deseo a su alrededor. Bueno, Antoñito también se convirtió en un icono sexual cuando llegó a la Meca del cine". [leer más]
No hay comentarios:
Publicar un comentario