Siri Hustvedt ha visitado España en los últimos días para presentar su último libro, una colección de ensayos titulada Una súplica para Eros que ya hemos comentado aquí. Según el propio Paul Auster, esposo de la escritora norteamericana de origen noruego, Hustvedt aprovechó la visita a España para cenar con el amigo de ambos Pedro Almodóvar, de quien Auster y Hustvedt se han declarado admiradores. Así lo cuenta el periodista de ABC, una de las pocas publicaciones que ha recogido la noticia. "Hace tiempo que dejó de ser «la mujer de» para cotizar por lo que vale: una escritora concienzuda y transparente, con voz propia, capaz de deslumbrar con sus ensayos sobre la memoria, la literatura y los misterios del deseo, recogidos en «Una súplica para Eros» (Circe, 2006), y con sus novelas: el año pasado apareció «Todo cuanto amé» (Anagrama), quizá su obra más lograda y donde despliega su particular mirada sobre la pintura. Fascinada por «Los caprichos» desde que los descubrió de niña, en que empezaron a ejercer una mezcla de «miedo, atracción y repulsión» que nunca se ha extinguido, esta tarde habla para los Amigos del Museo del Prado sobre «la potencia emocional de Goya y su influencia en el arte contemporáneo», de cómo algunas de las más turbadoras imágenes de «Los desastres de la guerra» y «Los caprichos» han dejado una huella profunda en muchos artistas contemporáneos.
Con el azul escandinavo de sus ojos -su familia, de origen noruego se instaló en Minesota-, Hustvedt (la palabra significa «claro» o «calvero») puntúa el análisis de bisturí con carcajadas de cristal, un helado ardor que incrementa una aureola de misterio que multiplica su encanto. Nunca ha dejado de dibujar, y su interés por el arte no ha cesado nunca. Sobre Goya ha hablado en la Studio School de Nueva York. Así regresó a su temprano temblor ante «Los caprichos». A Goya ha dedicado lo que ella define como la «segunda gran expedición cultural de su vida», después de la que dedicó a Charles Dickens. Para ella, «Goya es como Shakespeare: inagotable». [leer más]
Esto es Brooklyn Una Súplica para Eros, de Siri Hustvedt
1 comentario:
Pensando en voz alta, qué suerte esta gente, haberse conocido, formar pareja, y aparentemente: ser parejos. Cuando veo estos encuentros, me asalta la idea acerca de su los alcanzará "el desamor", y me da frío. Como Sartre y Simone, no?¿
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