jueves, marzo 01, 2007

"A lo mejor he llegado al final"

Eduardo Lago, escritor y actual representante del Instituto Cervantes en Nueva York, ha vuelto a entrevistar para El País a Paul Auster en su casa de Brooklyn. La conversación es altamente interesante, desde la descripción inicial de Lago hasta la sorprendente revelación final de Auster, que dice meditar si ha llegado su final literario: "He trabajado demasiado últimamente. Escribí el guión de una película que se va a estrenar en marzo. Después de Viajes por el Scriptorium, no he empezado nada nuevo. Ojalá pueda seguir escribiendo. Tengo algunas ideas, pero son muy vagas. Quién sabe, a lo mejor he llegado al final. Quizás no haya más novelas de Paul Auster. No lo sé. Ojalá no sea así, pero en este momento no puedo asegurarle nada", dice el autor.
La descripción. Acaba de cumplir 60 años, aunque aparenta 10 menos. Tiene barba de varios días y un ligero resfriado que no le impide fumar, uno tras otro, los puritos holandeses a los que es adicto. Habla de su mujer, Siri Husvedt, que se encuentra cuando se realiza esta entrevista en España, para dar una conferencia sobre Goya en el Museo del Prado. Se muestra particularmente orgulloso de que hayan elegido su película The inner life of Martin Frost para abrir el Festival de Nuevos Directores que organiza el MOMA, en el mes de marzo. No está mal para alguien de mi edad, dice divertido el último Príncipe de Asturias de las Letras. Su última novela, Viajes por el Scriptorium (Anagrama), acaba de publicarse en España.
Viajes por el Scriptorium. Al escribir tenía en mente dos momentos históricos distintos. Uno es el presente. Es difícil obviar ciertas acciones del Gobierno americano actual y cómo influyen en los acontecimientos del mundo. Estoy pensando en la práctica llamada actuación extraordinaria, una de las cosas más espantosas que jamás ha hecho mi país, y que consiste en que hay agentes norteamericanos que detienen a sospechosos de terrorismo y los mandan a otros países para que los interroguen y torturen. La situación de mi protagonista es muy parecida, en el sentido de que no tiene la menor idea de dónde está ni por qué se encuentra en esa situación. (...) El otro gran tema del libro es la vejez. La situación que vive mi protagonista la comparte muchísima gente con la que convivimos. Los ancianos son seres muy frágiles. Se los envía al asilo, obviando su fragilidad. Son seres confundidos, les falla la memoria, no saben dónde están, no entienden bien qué les sucede, están indefensos. Se trata de algo muy común, pero olvidado, y yo quise abordar eso en mi historia.
La acogida. Ha habido división de opiniones, pero eso me ha pasado desde que publiqué mi primer libro. Hay gente que detesta lo que hago y gente a la que le encanta. No hay nada que pueda hacer yo. Tengo que aceptarlo.
El futuro. He trabajado demasiado últimamente. Escribí el guión de una película que se va a estrenar en marzo. Después de Viajes por el Scriptorium, no he empezado nada nuevo. Ojalá pueda seguir escribiendo. Tengo algunas ideas, pero son muy vagas. Quién sabe, a lo mejor he llegado al final. Quizás no haya más novelas de Paul Auster. No lo sé. Ojalá no sea así, pero en este momento no puedo asegurarle nada.
El País | La entrevista completa
Esto es Brooklyn | Guía de Críticas sobre Viajes por el Scriptorium

3 comentarios:

Javier Luján dijo...

Esperemos que no sea así y podamos seguir contando con el Paul Auster novelista, un saludo.

madreselva dijo...

Me gustó pasear por la casa de Paul Auster, nunca lo había hecho. Y te agradezco la invitación.
Saludo.

Anónimo dijo...

Se te ve el plumero, Paul. Y es que es un truco demasiado viejo ese de decir "se acabó", "no habrá más", para dejar a todo el mundo expectante, y cuando menos se lo esperen, ¡BOOM! una nueva obra en los escaparates que se venderá como rosquillas. Nunca pensé que cayeras en esos trucos, viejo.

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