jueves, septiembre 20, 2007

Paul ya come chuleta

| Especial | Auster en Donostia |
Así titula su crónica de hoy el Diario Vasco, después de que la primera parada de Auster en San Sebastián haya sido un conocido restaurante donostiarra. Mitxel Ezquiaga lo cuenta así.
Sabemos que escribe con fruición franciscana en su casa de Brooklyn y que realiza películas minimalistas como la que trae el domingo al Festival. Pero cuando sale de su estudio Paul Auster disfruta con gusto de los placeres de la vida. Ayer, nada más pisar San Sebastián, visitó el restaurante Aldanondo y dio cuenta de una rotunda chuleta, regada con un vino blanco tan sugerente y sobrio como sus novelas: un José Pariente.Luego, cálido y cercano, Auster contó a este periódico su primera impresión de Donostia. "Cuando tenía 18 años vi por primera vez San Sebastián en un viaje por Europa haciendo auto-stop. Ahora vuelvo como presidente del jurado del Festival. ¿Será que me estoy haciendo viejo?», bromeaba con una sonrisa mientras escrutaba al interlocutor con esos ojos que parecen surgir del fondo de una de sus novelas que penetran en la condición humana.
[...] Y el primero en llegar, de verdad, fue Auster. Aterrizó en Bilbao procedente de Bélgica, fue recibido en el hotel por Mikel Olaciregui, que se estrenaba así este año en su papel de «recibidor», y por Molly Izaga, que viene a ser la ministra de Asuntos Exteriores del certamen. «¿Tu serás mi ángel de la guarda?», inquirió Auster. Y sí, ella será su ángel: del escritor y de todo el jurado. Auster, con Olaciregui y la propia Izaga, fue al Aldanondo, comió ensalada de patata, ensalada de tomate y ensalada de lechuga, y luego chuleta. Alabó la carne, volvió paseando hasta el hotel («¿qué bien que hace sol!») y nos contó lo contento que está por vivir desde dentro un Festival «del que me han contado maravillas». En las próximas horas llegará a Donostia desde Helsinki su esposa, la también escritora Sidi Hustvedt, y el fin de semana vendrá para la proyección de la película Sophie Auster, su hija y cantante.Viene poco tiempo porque no quiere perder muchos días de clase: es una alumna aplicada.
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1 comentario:

Camille dijo...

Qué agradecido es, no?. Todo le gusta. Qué bien!

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